párpados
Las características genéticas heredadas, el paso del tiempo y el tipo de vida que llevamos, son factores determinantes en el aspecto de nuestros párpados.
Anatómicamente los párpados están formados por piel externamente y por debajo, existe un musculo muy fino (orbicularis oculi), que es el que abre y cierra el ojo, y por debajo grasa. Cualquier anomalía de estos componentes provoca un aspecto extraño en la mirada, como por ejemplo de “cansancio continuo”, de preocupación, tristeza o simplemente aspecto envejecido.
La corrección de estas alteraciones es importante porque transmite a la persona gran optimismo, eleva su autoestima y especialmente “rejuvenece” y “alegra” la mirada. Para su tratamiento es necesario un análisis muy cuidadoso de los componentes anatómicos, para decidir cuál de ellos influye más en la deformidad del párpado.
Si solamente es la grasa que abulta los párpados, produciendo esas bolsas tan antiestéticas, el tratamiento consistirá solamente en extirpar las bolsas de grasa desde la conjuntiva del ojo sin dejar ninguna cicatriz (Blefaroplastia transconjuntival). Si por el contrario, no sobra grasa y existen muchas arrugas en la piel de los párpados o exceso de piel, el tratamiento va dirigido a extirpar la piel redundante y estirar en sentido superior los párpados inferiores, que es el que mayormente muestra esta deformidad.
En los párpados superiores suele presentarse esta deformidad con exceso de piel y menor acúmulo de grasa, y el tratamiento consiste en extirpar la piel que cae sobre las pestañas, molestando y alterando parcialmente la visión. Este tipo de cirugía se llama Blefaroplastia y puede realizarse separadamente en los párpados superiores, en los inferiores o en ambos.
En el Instituto Pérez de la Romana esta intervención se realiza con anestesia local y sedación, y de forma ambulatoria, el paciente puede volver a casa unas horas después.
La recuperación dura unos días, pudiendo incorporarse a la actividad laboral en una semana.
Es una intervención que está muy solicitada actualmente tanto por mujeres como por hombres, y aunque la edad más frecuente es sobre los 40 años, también es solicitada por personas más jóvenes que presenten estas deformidades y siempre producen muy buen resultado porque “rejuvenece la mirada”.